Se me ha escapado. El desdichado huyó cuando no lo veía. Corrió lento hacia no-sé-dónde cargando en su espalda oportunidades únicas. Fue prófugo súbito de mis invisibles cadenas. En mi torpeza lo vi pasando en la cercanía de unos años de distancia. Se me ha escapado. Me drenó de alientos y de mi sentir-seguro. Era natural que se fuera, incluso llegué a desearlo. Aún así se me ha escapado. Se escurrió mi tiempo entre mis manos y conciencia. Mi tiempo se me ha escapado impunemente.
autor: César
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